"Beya (Le viste la cara a Dios)" (2012) Gabriela Cabezón Cámara

Este libro te parte, te provoca dolor, sufrimiento, impotencia, desprecio, incomodidad, te saca y a pesar de eso no lo puedes soltar porque el uso de la segunda persona y de oraciones largas cargadas de la palabra exacta hace que desde el primer momento quieras saber qué pasa. Y después de todo, la literatura no es sólo para gozar.😖


📝“Beya (Le viste la cara a Dios)” (2012) narra la historia de una chica que es víctima de una red de trata de personas, por lo que se ve sometida al maltrato y violación sistemática por parte de muchos hombres. El empleo de la segunda persona hace que todo se sienta más directo. Es una voz omnisciente que se dirige a Beya, pero que también nos interpela a nosotrxs como lectorxs y que hace que la acompañemos en este desgarrador relato. Para mí el final, lejos de considerarse redentor, es además de real, doloroso. En estas páginas lo que se tiene ya no es una persona, son partes de su cuerpo laceradas, fragmentos de sufrimiento y de huesos rotos.  

📌Creo que esta historia, a pesar de su crudeza, debe ser leída por todxs porque, lejos de ser ficticio, trata una realidad que existe y de la que son víctimas muchas mujeres. “Lo que sos iba a ser muerto” le dice en un momento el narrador a la joven y me parece que permite vislumbrar la violencia de la que podemos ser víctimas todas las mujeres, porque además de una violencia física la que se ejerce es una violencia psicológica. La imposición de un nuevo nombre y apellido (Beya) terminan convirtiendo a la muchacha en una cosa, en pura carne como dice el narrador, “a fuerza de golpe y pija”.  Como corolario de lo anterior, lo que se da es la pérdida de la propia identidad y esto porque, en efecto, Beya es considerada tan sólo un objeto al que se lo puede meter tanto palabras como “miembros punzantes que te sacuden ahora como un barquito un tsunami”

📌La víctima lo único que puede hacer, en medio de ese descolocante maltrato (por decir poco) es, como una marioneta, quedarse dormida (y esto porque el relato surgió como una reescritura del clásico cuento de la "La Bella durmiente") pues ya ni la merca que le inyectan le ayuda a soportar todo, hasta su alma ha sido estrujada. Lo que importa es la monetización de su cuerpo, el dinero que se puede obtener con él. 


“Te desayunan con whisky en el puticlub de mierda, porque la tortura ahí adentro no termina ni se acaba como no se acaba nunca la cosecha de mujeres y eso te lo hacen saber, no te vayas a olvidar, que ellos te pueden pasar a degüello como a un chancho y filetearte después como si fueras jamón.”


📌Acompañamos en ese aprendizaje a no-estar por parte de su cuerpo, pues es la única manera de sobrevivir, cultivando el odio en las entrañas pues “Es que esto no hay que olvidarlo: en la peor de las mazmorras se puede amar al que pega y eso es peor que darle el propio espíritu al diablo.” 

📌Es un tema que nos toca a todxs porque en cualquier parte puede haber una Beya, o al menos lo que queda de ella, que está intentando liberarse. Un libro corto, pero explícito y de importancia antes y ahora, pues la violencia de género existe y se da por muchos motivos, pero uno de ellos es la violencia sistemática de este sistema patriarcal que protege a los victimarios y los posiciona en el lugar del poder desde el cual pueden seguir ejerciendo el abuso. Un libro de lectura obligatoria. 

💬¿Han leído algo de ella? ¿les llamó la atención? En mi experiencia, es el primer libro, pero sin duda voy por más. Me entusiasma saber que fue escrito por una mujer que transitó las mismas aulas que ahora transito yo. No lo dejen pasar. 


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