“El Caso de Charles Dexter Ward” (1928) por H. P. Lovecraft
Con características similares a un libro contemporáneo,
“El color que cayó del cielo” (1927), esta obra muestra un inicio donde los
científicos se quedan perplejos por el fenómeno sobrenatural que les llega: un
paciente psiquiátrico con el cuerpo metamorfoseado y un cúmulo de conocimientos
antiguos que reemplazaron todos los conocimientos de la actualidad. Escrito a modo de documento médico/histórico del joven y
empezando desde el final (el escape de Charles Dexter Ward del hospital mental)
y volviendo para contarlo desde el principio (según los testimonios de médicos
y de los padres de Charles), narra el despertar curioso del joven Ward sobre el
pasado en la existente ciudad de Providence, Rhode Island, y sobre sus
ancestros, particularmente Joseph Curwen. De esta forma, una gran parte de la
obra se centra en los oscuros eventos de la Providence colonial en los que
estuvo involucrado dicho pariente lejano de Charles, a modo de narración que el
propio personaje detalla al doctor de la familia, el doctor Willet. Será este
sujeto el que continuará el hilo de la historia recabando evidencias de todo
aquello que Charles ya no le cuenta y que lo va perturbando más y más, hasta el
descubrimiento final.
De la misma forma que otros relatos del gigante
Lovecraft, la narración se mezcla con una descripción detallada de una ciudad
(en este caso existente, Providence), tan detallada que muchos lectores se han
dispuesto a hacer mapas de sus ciudades ficticias; pero este no es el caso,
aquí la descripción casi cartográfica nos permite seguir los pasos de Charles
Dexter Ward en su juventud a través de Google Maps (¡sorprendentemente los
nombres de las calles y varios edificios no cambiaron en 100 años!). La
investigación que realiza Charles nos lleva a ver cómo era esa Providence antes
de la independencia estadounidense, mostrando que, según Lovecraft, muchas
calles y lugares nunca cambiaron su nombre desde entonces. Sin duda, Howard
demuestra en sus escritos su afición a los mapas y más aun a su ciudad
predilecta, Providence.
Otra afición de Lovecraft recurrente en su
literatura es la búsqueda por lo arcano, lo antiguo y oculto, el rastreo del
árbol genealógico y el consecuente descubrimiento terrorífico, tal y como se da
en esta novela corta. Aficiones que él inculca a sus principales personajes.
Como otros elementos lovecraftianos, están la
aparición del Necronomicón y su autor ficticio, de los elementos arcanos de
Providence y de lecturas tan antiquísimas y prohibidas como reales, la mención
de Lord Dunsany (una de las inspiraciones de Lovecraft), la cercanía con toda
la historia de Nueva Inglaterra (los puritanos, la caza de brujas de Salem,
incluso se menciona al juez Hawthorne) y el ficticio signo de Koth.
La narración escapa de esa rigurosidad
documental solo hacia el final, donde lo terrible queda en evidencia por medio
de preguntas retóricas que el documento le hace a nadie (al lector), ya que en
ningún momento se hace alusión a ningún interlocutor.
En esta obra noté una peculiaridad con el tema
de los nombres. Principalmente está el título del libro, el nombre
completo del personaje principal. Luego puedo destacar la narración histórica
del siglo XVIII en la que Joseph Curwen y sus dos amigos huyen de la caza de
brujas de Salem cambiándose los nombres; y, también, el resurgimiento de Curwen
en la "actualidad" (siglo XX) como el doctor Allen y luego
reemplazando al mismísimo Charles, tomando los nombres en los distintos
momentos de la historia (curiosamente el narrador, desde el momento en que se
puede entender que hubo el cambio de identidades, pasa a llamar Ward a quien en
toda la novela llamó Charles, a modo de énfasis). Otro ejemplo se sucede en la
última parte del libro, en el descenso a las catacumbas de la mansión de
Charles/Curwen, cuando el narrador llama al doctor Willet por su nombre
completo: Marinus Bicknell Willet, aunque aquí no sé bien si es en un sentido
enfático por lo dramático de la situación o qué otra razón tendrá (los invito a
pensar la obra más allá de todo lo que crean).
Un elemento que recorre toda la trama del libro
es la intención de los doctores por encontrar “el momento exacto en el que el
paciente se hubo vuelto loco”. Siendo tema de discusión por parte de los
especialistas. El doctor Willet, en su carácter de pilar de la narración,
reitera su postura sobre este incordio a lo largo de la historia.
Las obras de Lovecraft se caracterizan por
situaciones en las que cualquier persona común (como el lector) descubre algo
atando cabos, pero el personaje simplemente se niega a reconocer lo que allí
sucede (por ejemplo, es evidente que, en la tercera sección de la obra, se da
el cambio de identidad de Charles, e incluso el doctor Willet, nota los
indicios que indican esto, pero este sigue pensando que Charles tan solo se
volvió loco). Esta negación se podría entender en el sentido realista de la
escritura de Lovecraft: que en una situación real de la vida cotidiana te
negarías a creer que tal cosa meramente imposible pueda pasar, antes supondrías
infinidad de cosas más plausibles; por eso, todos creerían loco o “necesitado
de vacaciones” a alguien que afirmara que tal sujeto no es quien dice ser, sino
que fue reemplazado por un antepasado de hace siglo y medio con magia negra.
Finalmente, la negación no terminará durando mucho, siendo que Lovecraft no
parará de presentarle pruebas de la terrorífica realidad a tal personaje hasta
que sucumba a ella. La verdad, como se afirma lateralmente en la novela,
conlleva a la locura (uno de los preceptos del magnánimo autor).
Aquí una mera aclaración sobre los años. La
obra fue escrita entre 1927 y 1928, pero publicada recién en 1941 (luego de la
muerte del autor) por uno de sus seguidores. La trama va desde el presente
(principios de 1928), pasando por la juventud de Charles, hasta el pasado
colonial a lo largo de todo el siglo XVIII previo a la independencia
estadounidense (de 1692, cuando Curwen huye de Salem y va a Providence, a 1771,
cuando ocurre la terrible desaparición de este).
Mientras leía la obra me preguntaba si
efectivamente pertenecía a los Mitos de Cthulhu, si estos seres aparecerían en
algún momento; pero, si bien se habla lateralmente de alguna de las criaturas
de ese mundo, la trama parecía tan solo ser de tres humanos que practicando
magia negra inflan sus ambiciones demasiado, con un poco de vampirismo por
allí. Ya al final del libro, por el tema del fracaso del plan de Curwen considero
que efectivamente la obra está ligada al mundo de Cthulhu, justamente por la
intervención que un ser muy superior (se entiende que despertado por el doctor
Willet en las catacumbas) hace sobre los descubrimientos y las catacumbas de
Curwen. Sobre el doctor Willet solo me queda una duda ¿acaso fue poseído por
aquella entidad que invocó, gracias a lo cual pudo efectuar la mágica pureza de
la casa de los Ward?
Es curiosa la titulación de los capítulos del
libro, como un resumen premonitorio de lo que va a pasar y siempre en una dupla
de eventos: “Efecto (las secciones 1 y 2 suponen un pequeño resumen de todo lo
que pasará en el libro, quizá a modo de atraer al lector) y preludio
(presentación de Chales y de Providence)”, “Precedente (la historia de Curwen
colonial) y pavor (el fin de Curwen colonial)”, “Investigación (Charles
descubre la mansión de Curwen y viaja por el viejo continente siguiendo la
pista de su antepasado) e invocación (Charles empieza con la magia negra)”,
“Metamorfosis (más experimentos que traen a Curwen/doctor Allen a la vida, compartiendo
cuerpo con Charles) y demencia (dados sus cambios físicos y mentales el padre y
el doctor Willet lo toman por enfermo)” y “Pesadilla (lo que había bajo la
mansión de Curwen) y Caos (la resolución final)”.
Una idea que me dejó este magnífico libro es
que no somos lo que nuestros antepasados fueron. El amable y curioso Charles no
era como el demoníaco Curwen, sus intenciones eran buenas, pero perdió el
control de la situación. De la misma forma los otros antepasados de Charles no
fueron viles como Curwen.
Espero les haya gustado esta lectura personal
de la obra de H. P. Lovecraft, por supuesto que si tienen otra lectura son
invitados a dejarla en los comentarios, la leeré muy atentamente.
.
.
.
Título original: The Case
of Charles Dexter Ward
Traducción:
Mauro Cancini (no la recomiendo)
Editorial:
NEED, 1997
Narrativa
de Terror Estadounidense
Comentarios
Publicar un comentario