Frankenstein (1818), Mary Shelley


Fue una tarea casi imposible llegar a mis 26 años sin spoilearme lo que sucedía en esta famosísima novela de Mary Shelley. Incontables versiones en series y películas no hicieron más que desviar la trama real de la novela. Con todo esto en mi imaginación, no paraba de preguntarme mientras leía ¿qué tanto de lo que sabía realmente ocurría en el original?, ¿el monstruo no era alguien bueno, en busca de amor?, ¿dónde están todos los instrumentos científicos, la búsqueda del cerebro ideal, los tornillos en el cuello, el pararrayos?, ¿cuándo aparece ese castillo gótico que incluso está en la portada?, ¿acaso no moría quemado en un molino con una turba iracunda? Pero lo más importante, ¿dónde está Igor con su joroba icónica?

Para quienes quieran mantenerse sin spoilers hasta leer la novela les recomiendo que lo haga antes de seguir leyendo. Algunos de los tópicos que escribiré son parte de un análisis que se hizo en nuestra facultad sobre la obra.

Para empezar, debo decir que esta novela no fue escrita para dar una enseñanza o servir de alegoría, como muchas de las novelas de su tiempo hacían (Rousseau). En ella no encontrarán una línea clara, sino muchas interpretaciones posibles (rasgo fundamental del género gótico, la ambigüedad e imposibilidad de conocer lo real).

Sobre esta novela, en primer lugar, hay una lectura contemporánea a su publicación (1818) en la que se relacionaba al monstruo con la Revolución Francesa (violenta y asesina), producto de un Iluminismo (representado por Víctor) que fue más allá de los límites. Así, se plantea una crítica a lo que fue el pensamiento racionalista que, sin quererlo, generó una devastación marcada por El Terror (persecución y condenas a muerte masivas). Esta lectura se sostiene en varios episodios de la novela, como cuando se narra a la familia que escapa de Francia o cuando Víctor atraviesa una Europa que debía estar sacudida por la Revolución y, sin embargo, no se encuentra ningún indicio de ella, porque la revolución en sí ya es el monstruo; o por el hecho de que el monstruo aprende el lenguaje (francés) a través de la lectura de un texto político, como es Las ruinas de Palmira de Volney; pero el ejemplo más importante son los juegos entre la luz y la oscuridad: se nos dice que Víctor no tiene problema con andar en la oscuridad de los cementerios buscando cadáveres para su criatura (la oscuridad no guarda ningún misterio para él); mientras que cuando el monstruo cobra vida le llega una luz que le revela que el sueño que creía vivir hasta ahora es una pesadilla, su vida una vez que vio esa luz será una pesadilla. De esta forma vemos que hay un aprendizaje en el personaje de Walton, quien busca el conocimiento en su viaje al Polo Norte atravesando límites peligrosos y finalmente, tras el relato de Victor desiste de su empresa.

En una lectura más actual, en línea con los movimientos feministas de las últimas décadas, la obra de Mary Shelley muestra la injusticia de las mujeres. Tenemos varios casos. El marco de escritura que es la hermana de Walton, Margaret Sabille (M.S.); quien siendo solo una receptora de cartas (sin voz propia y que se queda en casa mientras el hombre va a explorar el mundo), también es la razón por la que nos llegan estas historias, como si ella hubiera recibido las cartas y las hubiera publicado. La prima/esposa de Victor que al inicio asume un rol maternal hacia la familia Frankenstein, pero que a la vez demuestra un involucramiento en la política contemporánea en sus cartas a Victor. Justine, la joven que, amén a su nombre, no obtiene justicia al ser acusada de la muerte del hermanito de Victor y enfrenta un juicio sesgado (la (in)Justicia será un tema recurrente en la obra, a razón de la época del Terror posterior a la Revolución, así Mary Shelley se mete de lleno en el tema político de la injusticia). Y, por último, Safie: una mujer árabe que escapa de su padre abusivo y se refugia con una familia de la que aprende el idioma y otros conocimientos, ella tuvo una madre que le enseñó a "aspirar a una inteligencia superior y a una independencia de espíritu".

En toda la obra se nota la influencia que tuvo la autora por sus padres, ambos intelectuales: su madre precursora del feminismo y su padre vinculado con la política. Otro mito sobre esta obra es que es el pináculo de lo gótico, y justamente es lo contrario: para esa época el género gótico ya estaba decayendo (piénsese que los padres de Shelley escribían novelas góticas), y Mary en cambio lo que hace es parodiar ese género, usarlo para otros fines. Así lo gótico está presente: los paisajes sublimes (las inmensas planicies del Polo Norte, los claustrofóbicos Alpes, el extremo de las solitarias islas Orcadas), la terrorífica persecución interminable entre el monstruo y Víctor Frankenstein, la pesadilla (que representa el desorden frente a la armonía de lo bello), lo monstruoso (físico y moral, en el sentido de violar las leyes de la naturaleza), la dificultad de conocer la verdad (dado el problema de las versiones de los narradores).

Sobre esto último es destacable la cuestión de la narración del monstruo. Si bien nos permite reconstruir mucho de la historia suya, también hay que tener en cuenta que esa narración tiene el propósito de que Victor se compadezca de él. Es decir, el monstruo podría ser un narrador no confiable. Sin embargo, si elegimos creerle podremos ver cómo es su adquisición de conocimiento (no hay un cerebro que recuerde su vida pasada, sino que es un ser completamente nuevo), qué experiencias en su crecimiento intelectual construyen su personalidad, desde las primeras relaciones con humanos (lo quieren matar por su aspecto) hasta los tres libros que lee. Refuerza así la idea del monstruo producto de su época.

En su discurrir sobre temáticas políticas, Mary Shelley, a través de sus personajes, pasa por la conquista y masacre americana, la idea del capitalismo y sus injusticias, la aristocracia y desigualdad de los hombres, la desigualdad de género y las maldades del hombre. Todas estas críticas no las esperaba en este libro y demuestran lo injusta que ha sido la historia con esta obra, a la que solo se le ha resaltado al monstruo y no las discusiones que allí se plantean.

Es un libro altamente rico en lecturas y análisis, y por tanto una obra maestra. Yo elegí comprar la edición de Alma que tiene muy buenas ilustraciones (aunque medio te spoilean lo que sucederá en el capítulo…).

Una última idea. En un seminario oí un lazo que hay entre esta obra y la Argentina que me dejó boquiabierto (sé que esto alimenta la idea del ego argentino jajaja pero lo vale): El monstruo sería la nación argentina. ¿Por qué? Pues ambos nacieron el mismo año, 1816, con la Declaración de Independencia y la noche gótica en que se reunieron estos intelectuales a escribir un cuento de terror cada uno. Y por otro lado, tenemos la promesa del monstruo que le hace a Victor: si el creador le hace una esposa ambos monstruos se irán muy lejos, a las planicies (wild lands) de Sudamérica (recientemente popularizadas por Humboldt y Darwin), es decir, la pampa Argentina.

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252 págs. 

Literatura fantástica


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